Escuchando melodias de piano pienso en ti, y en todo lo que haces por mi, aun no puedo creer que fuera solo hace tres años de aque primer " asco de no poder entrar comiendo en la biblioteca", en estos momentos doy gracias por aquella estupida norma que pocos nos saltabamos. Ni siquiera ahora sería capaz de explicar que hay entre los dos. Lo que sé es que especial.
Hoy, hoy como cada vez que te veo es diferente, es especial. La música guia mis palabras y solo escribo lo que siento. Te has parado a escucharme y como de costumbre me entiendes, me apoyas, me ayudas, me animas y da igual lo que digan siempre estamos juntos, aunque te vea poco, eso me basta, el solo hecho de pensar que puedo verte seguro una vez a la semana me reconforta, siempre acabo esperando la llegada del sabado, y no me importa levantarme a las 7 si con ello puedo verte, y ahora habrá gente que diga que estoy enamorada, que si esto o lo otro, me da igual porque no me entienden. Y yo espero con impaciencia esas tardes en el piso, el piano a medianoche, los fines de semana sólamente juntos, acompañandonos en nuestros respectivos mundos, simplemente nosotros, con eso me basta. No se que haria sin ti. No me pondre cursi ahora escribiendo sobre ti, porque eso lo hare en otro momento y quizás en otro lugar. Lo unico que deberias saber ahora es que sin hacer esgrima ya eres mi caballero de oscura armadura.
Siempre y sólamente juntos.
Cada copo de nieve es un pensamiento que cae. Único, diferente y especial.
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