martes, 2 de septiembre de 2014

Humo

Mi cabeza hila fragmentos de lo que podrían ser hermosos relatos, y no consigue avanzar más de párrafo y medio, pues son tantas cosas en tan poco tiempo, que ni siquiera es capaz de procesar lo que piensa en este instante.
En este instante... ahora ella lo inunda todo. No como un rio desbordado, ni como una terrible tormenta, simplemente llena el ambiente como el humo de un cigarro.  Lo inunda todo y lo vuelve borroso. 
En la neblina de papel y  hojas quemadas unos ojos oscuros me miran. Si bien no sé por qué ni con qué intención me miran, lo hacen tan fijamente que el motivo es lo último en lo que pensar.  Lo único que importa es tenerla cerca, sentirla, no perderla, ver que es de verdad, que no es una mentira de mis sentimientos maltratados. Y si fuese una mentira, sería la más perfecta de todas las que pudiese recordar.  Su aroma se queda en todas partes, va impregnándolo todo con su presencia y deja cada visita marcada en mi. Eso me recuerda que no es un sueño del que se pueda despertar con un poco de dolor.  

Quiero narrar lo que me pasa por la cabeza, pero solo da para pequeños fragmentos, de momento. Aun es pronto, las ideas se arremolinan y se desviven por salir; hay tiempo, hay momentos. Y esto no ha hecho más que empezar. 

martes, 8 de julio de 2014

Dormir

Yo debería estar durmiendo, porque mañana trabajo. Pero no paro de darle vueltas al hecho de que estoy totalmente derruida, aunque todavía no soy consciente de ello.

Se me ha roto por dentro todo lo que había reconstruido, y he perdido la poca esperanza que tenía en el amor, o como queráis llamarlo. Lo único de muestra que me queda, son mis padres.

He sentido durante tres días(y los meses anteriores, aunque no quisiera admitirlo) como de desgarraba por dentro, y en mi solo se oían cristalitos bamboleándose de un lado a otro.
Me avisaste  de que podías hacerme daño, y te dije que jamás me lo harías, y no es que me lo hayas hecho, porque me lo he hecho yo sola, ni siquiera estoy enfadada. Simplemente estoy dolida conmigo misma por no haberme dado cuenta antes, de que, a mi parecer y por lo que he podido ver, esto no es ni era más que un juego algo más largo pero igual que cualquier otro. O al menos en eso se ha convertido.
Ya no veo, cuando te miro, a la persona que conocí, y mucho menos, a la persona que quiero, porque a veces no veo otra cosa que vacío e inconsciencia. Cosas que jamás hubiera pensado que tenías. Me duele tanto ver esto, desde el punto en el que estoy, que ni siquiera soy consciente de que lo siento. Llevaba dándole vueltas en mi cabeza demasiado tiempo, y al final mis temores creo que no han sido infundados.

Ojalá leas esto, y ojalá pueda arrepentirme de escribir lo poco que quiero verte o saber de ti en estos instantes. Ojalá solo sea un momento puntual que no se repita, y yo pueda creer que de verdad soy algo más que una compañía bonita y agradable para ti. Pero creo que eso no va a ser, y probablemente, si lees esto, te enfades, y vengas a pedirme explicaciones, o puede que yo ya te las haya dado. Esta entrada es graciosa en si misma, porque la entrada anterior, de hace ya más de un año, no muestra ni la décima parte de lo que siento, o sentía, porque ahora no siento, por ti.

Me he cansado de andar rogando por una flor o un beso al aire mientras me desgañito diciéndote que te quiero. Este trovador se ha asado de calor y se ha ido. Creo que tres años han sido suficientes para que supieras si era verdad lo que decía, y si eras capaz de responderlo. Hace unos meses aprendí que "Love is an open door" y nunca cerraré la puerta a quién guste venir, pero no voy a ir detrás de nadie. Ya ha sido suficiente.

Espero, de todo corazón, poderme arrepentir de esto. Pero tengo la sensación (como muchas otras que jamás me han fallado) de que no será así. De todos modos, aún quedan cosas por hacer... Yo no dejo nada a medias.

Te quiero, te quise, te querré, aunque sea sin ti.