miércoles, 23 de noviembre de 2011

El vampiro (parte I)

Embelesada me hallo, por un hermoso vampiro, de mirada clara y profunda. Sus ojos desvelan el tormento y el dolor antaño sufrido. Sus facciones, son indescriptibles, casi parecen esculpidas en mármol, y su piel igual de fría, hermosas todas ellas, me hacen pensar en lo sereno de su mente, su conocimiento, su pensamiento y su forma de ser.
Un vampiro así, jamás he visto, tan verdadero, tan autentico, me hace olvidar todos aquellos farsantes que alguna vez conocí y que me hicieron daño incontables veces. Si alguna vez me atrevo, si alguna vez tengo el valor de ser sincera, al menos con él, pondría mis manos en el fuego a que no me fallaría. Y, si lo hiciera, entonces, entonces yo no tendría fe en ningún tipo de humanidad.

Miro, soñadora el rojo crepúsculo, tornado de un rojo sangre, como una vez fueron los cabellos del vampiro que adoro. Ahora sin embargo, rubios como el oro.
Aunque el no lo sepa, se ha convertido en una luz guía en mi camino, aunque él no lo sepa, no puedo sacarlo de mi mente, aunque él no lo sepa, si él me lo pidiera, haría cualquier cosa, lo que fuese, aunque él no lo sepa…

Y pienso, ingenua de mi, que si al menos pudiera, disfrutar de algún modo de él, aunque fueran solo un abrazo de apenas unos segundos, podría decir que he rozado la perfección personificada.
Pero solo son sueños, y mientras contemplo como el sol es tragado por el océano y la noche se apodera de la bahía, imagino lo hermoso que seria poder bailar una sola vez con el. Dibujo en mi mente un gran salón de baile, y dejo divagar a mis pensamientos entre el sonido de una orquesta tocando un vals….








Continuará

domingo, 20 de noviembre de 2011

Psé

Cuanto más me esfuerzo por ser sociable más ostias me dan, que le den al mundo, me vuelvo a mi cálida burbuja invernal.

Me siento tan desplazada como una bola de navidad en Julio. No pinto nada asi que... ¿qué coño hago aún por aquí?