domingo, 3 de julio de 2011

Rumbo al cielo

Una noche , soñando, vi un angel apoyado en el alfeizar de mi ventana, sentado con los pies colgando dentro de la habitación , me observaba, vigilando mi sueño. Sus ojos eran negros, y su pelo oscuro y rizado. Cuando me vio con los ojos abiertos, levantó rapidamente el vuelo y me dejó pensando si habia sido realidad  o tan solo un sueño de mi mente dormida aun.
Durante noches y noches, soñé con esos ojos, sin saber porque no abandonaban mi mente. En las clases no pensaba, solo dibujaba ojos oscuros, y alas de ángel. Mis amigas preguntaban que me pasaba, que estaban preocupadas. pero, no les decia nada, al fin y al cabo solo era un sueño. Un sueño del que me habia enamorado.
Dejé a la que era mi pareja, ya no le queria. Dejé de tontear con otros, ya no tenia ganas, me sentia vacia y sin nada, queria verlo de nuevo.
Otra noche, de nuevo mientras dormia, pude sentir como alguien me miraba de cerca, y me acariciaba el rostro, su piel era suave y cálida y me producia escalofríos allá por donde pasaba. Tentada a abrir los ojos, retuve mis impulsos, pues sabia que si eso pasaba, él desaparecería. Con ese miedo aun en mi cabeza, noté un beso, algo frio con un aliento tibio, que olía a jazmines y madreselvas. Confiada, le abrace por el cuello e intenté profundizarlo, con sorpresa él respondio a mi beso con la misma fuerza y calló conmigo a la cama, donde nos amamos toda la noche, contuve mis ojos cerrados por temor a que se marchara de nuevo. Poco antes de despuntar el alba noté un beso en mi mejilla y un susurro calido en mi oido que me dijo "abre los ojos". Con temor y cuidado comence a vislumbrar mi habitación y junto a mi, con una afable sonrisa, me miraban aquellos ojos negros que me tenian embelesada, enmarcados en un hermoso rostro. Me besó y me prometió que volvería y se marchó por la ventana directo al cielo. Desde entonces cada noche viene a verme y pasamos las noches entre pasión, amor, besos y caricias. Pero todas las mañanas me deja de nuevo y yo le veo partir rumbo al cielo, donde sé que algún día podremos estar eternamente juntos.

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